"La virtualidad en la docencia trae aparejado otro peligro: la virtualidad en el estudio"
Eduardo Da Viá, médico que nunca abandonó la Universidad, reflexionó en respuesta al planteo realizado por el director de Memo en torno a la socialización y la necesidad de la presencialidad.
Estimado Gabriel:
Como universitario por elección y orgulloso de haber transitado todas las aulas que he podido, no solo en Medicina, mi carrera, sino en excursiones curiosas por Filosofía y Letras y por Arte para ampliar mi panorama cultural, y una vez retirado asistí durante años a las Aulas de Tiempo Libre de la UNC en la calle Paso de los Andes, no puedo menos que estar totalmente de acuerdo contigo.
La virtualidad en la docencia trae aparejado otro peligro: la virtualidad en el estudio, en remplazo del libro y para los menos pudientes los apuntes hechos de propia mano, que ya de por sí eran una método de estudio, dado que al escribir se va memorizando y comprendiendo mejor la enseñanza recibida.
Serán generaciones que no tendrán el placer casi sensual de hojear un libro, de olerlo, forrarlo, subrayarlo y ubicarlo en la biblioteca como depósito en el banco del saber y al cual se puede volver cuando se desee.
No tendrán la emoción cuando viejos ya, de revisar los libros de antaño para saber a través de los párrafos subrayados, como pensábamos a los 20 años, ni sabrán la emoción de rendir exámenes presenciales sabiendo que detrás está la barra de amigos haciendo fuerza para que aprobáramos, luego los abrazos, el cafecito en el "buffet" y en ómnibus a casa donde ansiosos nos esperaban los padres y la novia, esperanzados en el éxito.
Eduardo Atilio Da Viá