Javier Barozza, el piloto del globo aerostático más grande del país

Desde hace casi tres años, quien también puede volar aviones, desarrolla junto a Mendoza Ballons y Grupo Aerotec estas excursiones por el aire de Junín y Rivadavia. Es de los pocos profesionales certificados de Argentina y soñaba con desempeñar su especialidad en la provincia.

Javier Barozza es piloto desde los 15 años. Hace casi tres, precisamente el 1° de marzo de 2018, comenzó en Mendoza con un emprendimiento que puede realizarse en muy pocos lugares del mundo: viajes en globo aerostático. Había vivido en distintas latitudes del mundo, en donde también se dedicaba a volar. Pero la provincia del oeste argentino, era un pendiente para él.

Ahora, desde Mendoza Ballons y Aerotec, Javier comanda el globo más grande del país. Semana a semana, en la mañana bien temprano y en la tardecita, para poder contemplar mejor el amanecer y atardecer, se encarga de pilotar esa nave de origen francés que deja a locales y extranjeros fascinados

La Municipalidad de Junín, por su parte, colocó un parador turístico en el lugar en el que el piloto recibe a los futuros aeronautas. Desde allí, en Los Barriales y a metros de la rotonda del Monumento al Agua y al Trabajo de Junín, dialogamos con Barozza sobre todos los detalles de este maravilloso medio de transporte aéreo. 

-En otros lugares del país, ¿se hace esta actividad?

-Mendoza es la única ciudad de Argentina en la que se hacen estos vuelos turísticos de esta manera, es el globo más grande del país y fue diseñado específicamente para este tipo de excursiones.

-¿Cuál es el mecanismo por el que se eleva el globo?

-El funcionamiento es sencillo porque los quemadores que tiene en el interior hacen que se caliente el aire que está adentro del globo. Ése aire caliente es menos denso que el está afuera y eso, por un principio llamado Arquímedes, hace que el globo flote, en realidad no vuela si no que flota en el aire.

-¿Se pude volar con cualquier temperatura?, ¿Se siente vértigo desde arriba?

-En los días fríos, como el aire afuera es más fresco, se puede levantar más peso. Se debe generar una diferencia de temperaturas así que los días de mucho calor se puede salir pero con menos gente. Desde arriba no se siente sensación de vértigo ni hay turbulencias, como en un avión, así es que es muy placentero.

-¿Por qué invitarías a la gente a vivir esta experiencia?

-Yo soy un apasionado de volar pero para el que no tiene esa pasión, lo recomiendo porque el globo te permite algo así como ver una película en cámara lenta. Contemplar a vuelo de pájaro desde arriba la naturaleza, lo que va ocurriendo abajo, y en armonía con el vuelo. Es muy relajante, reconfortante. Hay pasajeros que vienen muy tensos y preocupados y luego quedan como si hubieran ido a un spa.

-Para ser piloto de globo, ¿se hace alguna capacitación especial?

-Yo tengo 50 años y empecé a volar a los 15. Primero planeadores, luego aviones y ya hace más de 25 años que también vuelo globos. Somos muy pocos los pilotos profesionales acá en Argentina. Yo me dediqué a esta especialidad, hay que tener una licencia especial por cada tipo de aeronave. Por ejemplo, la de piloto de avión no sirve para volar globo, hay que hacer un curso específico por cada uno.

He tenido la posibilidad de volar en distintos lugares y geografías del mundo pero siempre tuve pendiente armar un emprendimiento de este estilo en la provincia y se dio a través de la gente de Aerotec. Son muy pocas las ciudades en el mundo en donde hay condiciones tan perfectas para volar en globo, Mendoza es una de ellas y era la única que no tenía desarrollada la actividad. Hemos recibido mucho apoyo de Junín y del Gobierno de Mendoza. Si bien es una empresa privada la nuestra, siempre tratamos de trabajar en conjunto para que personas que vienen de distintos sitios o incluso de aquí, puedan ver los paisajes desde el aire. 

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