¿Estatizar IMPSA?
El periodista Ignacio Zuleta lanzó en Clarín la posibilidad de que el gobierno discuta la estatización del 100 por ciento de YPF y, sin nombrarla, de IMPSA.
La empresa IMPSA se abre camino en medio de las dificultades por las que atravesó durante la última década. La emblemática compañía que creó la familia Pescarmona, ahora vive un destino en donde el apellido no está presente. Su historia es de vanguardia y resistencia: elevó la vara de la ingeniería en Mendoza y Argentina, se transformó en una multinacional con sede aquí y luego, trató de acomodarse a las nuevas tendencias de la metalmecánica unida a la producción de energía.
Hoy, no hay ningún indicio que haga pensar que el Estado pueda quedarse con ella. Es más: hay empresas y empresarios que pujarían con fuerza por tomar el control, debido al potencial que aun hoy tiene.
Sin embargo, este fin de semana el periodista Ignacio Zuleta publicó en su siempre nutrida y bien informada columna en diario Clarín una especulación que deja picando una pelota en el mismo sentido en que picó con Vicentín, aunque no hubo gol del Gobierno, condicionado tras revisar el VAR jurídico, para representarlo con una metáfora.
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Zuleta escribió que "es la política la que adapta la economía a las necesidades del poder. Para algunos es una maldición, para otros una bendición. Depende de dónde te haya tocado nacer y vivir. Lo prueba la suerte de las empresas con participación del Estado, que el peronismo tiene en la agenda para estatizar, a los valores misérrimos de sus activos y sus acciones".
Al referirse al caso de YPF, graficó: "(...) salta como maleta de loco desde los años '90, con administraciones siempre peronistas, entre estatizaciones, privatizaciones y reestatizaciones". Abundó al señalar que "el sector petrolero -empresarios, sindicalistas- descuenta ya que el proyecto para estatizar el 100% de las acciones ocupará el debate en 2021".
Pero pronosticó -y aquí viene el turno de lo que le da pie a esta nota- que "lo mismo ocurrirá con otras compañías devaluadas, una tentación para el Estado, o algún amigo del Gobierno, de quedárselas por unos pocos pesos. Son empresas muy valiosas, de relieve internacional, que hoy valen monedas".
Textual de Zuleta: "Piénsese en alguna firma de ingeniería y tecnología que produce turbinas y hasta reactores nucleares. Ya no lleva el nombre de sus fundadores, pero puede caerle a las manos de algún amigo porque, además, está en las comarcas cordilleranas, donde prosperan emprendedores más que amigos del Gobierno".