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Por qué leer "El Estado emprendedor"

El libro propone "cambiar los parámetros" del tradicional debate Estado vs Sector privado para plantear los términos de "una nueva relación simbiótica» en la que ambas partes «resulten beneficiadas", dice Jorge Murcia, autor de este artículo de El Correo.

Jorge Murcia

Ante crisis tan devastadoras como la de 2008 y la que se avecina ahora, los Gobiernos no tienen más alternativa que intervenir a fondo en la economía real y los mercados para evitar el desastre total. Subvenciones directas a ciudadanos en apuros económicos, aplazamiento de pago de impuestos, exoneración del abono de cotizaciones sociales... Son muchas las formas en las que el Estado se hace presente en un momento tan delicado como el de la pandemia del coronavirus.

Ahora bien, más allá de destacar su papel a la hora de arreglar ineficiencias en la actividad de los mercados, es justo destacar el rol del Estado como agente emprendedor e innovador que asume inversiones de alto riesgo. Es el eje central 'El Estado emprendedor. Mitos del sector público frente al privado' (RBA), escrito por Mariana Mazzucato en 2014 y reeditado con una ampliación cinco años después. La obra de la economista italiana cobra una nueva dimensión en los actuales tiempos de zozobra.

Mazzucato (Roma, 1968) es economista experta en finanzas, innovación y desarrollo. Doctorada en Económicas por la New School for Social Research de Nueva York, ha trabajado como asesora para la Comisión Europea y el gobierno británico. En la actualidad imparte clases en la Universidad de Sussex (Gran Bretaña).

En 'El Estado emprendedor' Mazzucato intenta desmontar el "falso mito ampliamente extendido" de que el sector privado es el que realmente innova, el dinámico y competitivo, en contraposición a un Estado que desempeña un rol «más estático», interviniendo en el mercado sólo para subsanar posibles fallos en el desarrollo de sus actividades.

El ejemplo del iPhone

Como ejemplo ilustrativo de su teoría, Mazzucato suele contar la historia de uno de los productos más paradigmáticos de la economía global. «Todas la tecnología que hace del iPhone un teléfono inteligente es deudora de la visión y el apoyo del Estado: internet, el GPS, la pantalla táctil e incluso la voz del asistente Siri del 'smartphone' recibieron dinero del Estado», explica en el libro. Buena parte de la tecnología incluida en esos dispositivos de Apple, recuerda, fue financiada por el Departamento de Defensa estadounidense o la CIA.

Y añade: «La economía real, de bienes y servicios, ha experimentado un cambio similar al de la economía financiera: el riesgo se mueve cada vez más hacia el sector público y el sector privado recibe los beneficios». Pero, aclara, el papel de los Estados no debe ser el de «asumir los riesgos de la parte privada», sino compartirlos, al igual que los beneficios. La economista italiana recuerdan cómo la revolución biotecnológica de los años 80 y 90 del pasado siglo no fue producto única y exclusivamente de la financiación del capital riesgo. Explica que el trabajo sucio, la financiación de los fármacos más importantes, llegó de la mano del sector público.

Mazzucato cree que el Estado debe fomentar la competitividad de la economía financiando "de una manera continua y creciente" institutos de investigación como la red Fraunhofer de Alemania, o avalando proyectos a largo plazo como la estrategia de la energía 'verde'. No se trata, matiza, de que "todo provenga del Estado", sino de "equilibrar la historia contando el otro punto de vista".

El libro, en definitiva, propone "cambiar los parámetros" del tradicional debate Estado vs Sector privado para plantear los términos de "una nueva relación simbiótica» en la que ambas partes «resulten beneficiadas".

EL AUTOR. Jorge Murcia escribe en la revista Dinero de El Correo. Sus textos se pueden leer haciendo clic aquí.

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