Análisis
Alfredo Romano Jr.: Hoja de ruta para el nuevo gobierno, en seis puntos clave
El presidente de Romano Group, Alfredo Romano Jr., analiza a fondo las circunstancias actuales de la Argentina y da cuenta de lo que debería hacerse a futuro.
Han transcurrido seis días hábiles desde la elección. En diciembre tendremos algunas ideas completamente distintas a las que tenía el gobierno y hoy ya lo podemos ver con la decisión del nuevo presidente de desembarcar en México en lugar de potenciar la relación con Brasil para poder seguir desarrollando el acuerdo tan ansiado y esperado del Mercosur con la Unión Europea. Desde ese punto de vista, esa es una señal muy fuerte de lo que puede ser la relación de Argentina cn el Mercosur y Brasil, y cómo se da un giro hacia países de centroizquierda, como se da con López Obrador, un gobierno mucho más populista que el de Peña Nieto, y con la relación con Bolivia y Venezuela. Es prematuro para decir que será ese el modelo predominante, pero hay señales de que habrá una postura distinta a de Mauricio Macri.A nivel económico, todavía no tenemos señales concretas de cómo va a estar conformado el equipo económico. Sería fundamental conocerlo cuanto antes. A mi entender, es importante que sea promercado, moderno, actualizado, con información real y valiosa de lo que sucede en el mundo, y que se busque estabilidad económica para nuestro país. Estamos con una cesación de pagos en distintos frentes con acreedores internacionales, tenemos un acuerdo paralizado con el Fondo Monetario Internacional, con una deuda mayor a 47 mil millones de dólares que también habrá que reestructurar.A nivel local se ve una estanflación muy fuerte, en donde hay una inflación que está rondando arriba del 50% y una caída de la actividad económica de alrededor del 2%.En síntesis, Argentina tiene muy poco margen de negociación y para estar equivocándose dando malas señales desde el "momento uno". Desde ese punto de vista va a ser claro que las personas que se elijan para comandar el Banco Central como los ministerios de Economía, Desarrollo y Finanzas, sean personas actualizadas y modernas sobre la perspectiva con la que hay que actuar en nuestro país.Habrá que priorizar nuevamente la corrección fiscal. La Argentina no va a lograr ningún acuerdo ni avance en materia de deuda si no se plantea resolver el gran problema de fondo del país que es gastar más de lo que producimos. Hay que llevar delante un ajuste fiscal, inédito e histórico para un gobierno peronista y servirá para devolver todas las promesas de campaña que se han hecho durante esta elección a los distintos jugadores de mercado , porque nuevamente Argentina hoy tiene un problema de caja muy importante y además, de financiamiento de esa caja. Todas las partes no van a poder estar contentas. Veremos cuáles saldrán beneficiadas en esta mesa que plantean, este gran acuerdo social y quiénes quedan relegados, entendiendo que Argentina tiene que terminar un programa e ajuste fiscal y llegar pronto a un superavit fiscal que la vuelva a insertar en los mercados internacionales.En materia política, va a ser muy importante analizar las señale que Fernández de cuando próximamente esté visitando Estados Unidos. Eso es un punto positivo, porque amerita cuando antes sentarse a negociar con el FMI de 54 mil millones de dólares, de los cuales hay ya desembolsado 80 u 85% del préstamo stand by. Hay que darle prioridad absoluta a ese acuerdo para que Argentina pueda reperfilar el formato de los pagos. Pero todo indica que el FMI pondrá como prioridad el ajuste fiscal. Luego, no se sabe si ahondarán sobre las reformas estructurales que necesita nuestro país, pero las reformas junto con el ajuste fiscal deberían ser los grandes ejes que se vayan a dicutir en las mesas de trabajo del fondo con el gobierno electo.Si no se discuten las reformas, se va a discutir sobre la deuda que tienen los privados que poseen bonos activos argentinos en el exterior. La aplicación del modelo uruguayo es complicado que ocurra. Un reperfilamiento sin quita no es posible porque la situación de Argentina no es igual a la de Uruguay en 2001. Nuestro país tiene fama de experiencias negativas y debería haber muchísima certeza para los próximos años en materia económica para que un inversor acepte el reperfilamiento de la deuda sin quita y que el Gobierno lo pueda cumplir y completar. Va a ser complicado, supeditado a las señales concretas que de la Argentina, porque se trata de un problema que se arrastra desde hace casi 100 años.
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