¿Quién le "da de comer" a Santiago Montiveros?

Un dirigente sindical y exlegislador justicialista, a quien no conozco personalmente, tuvo expresiones, prejuiciosas, inexactas y despectivas respecto de Santiago Montiveros e indirectamente contra nuestra empresa editora de Memo.

¿Qué fue lo que disparó la diatriba del señor Díaz? Aparentemente, fue una columna de opinión donde Santiago decía que Alberto Fernádez no caía bien. Por eso lo acusó de escribir de acuerdo al mandato de quien "le da de comer".

Dado que yo soy el que firma los cheques con los salarios de los periodistas todos los meses, y este señor sugiere que si no piensan y escriben lo que "su jefe" quiere, a final de mes "no comen", me gustaría hacer algunas aclaraciones:

- Me enteré de la columna de opinión cuando la leí en el diario. No hablé del tema con el periodista previamente y mucho menos pude haber pretendido influir o indicarle lo que debía pensar o escribir sobre el debate. Tampoco tuve la oportunidad de hacerlo en los días posteriores.

- Es más, ni siquiera estoy de acuerdo con lo que escribió Santiago. A mí, personalmente, el candidato Alberto Fernández no me cae mal y hasta por una cuestión estadística, se me ocurre que la afirmación genérica "cae mal" no se ajusta mucho al triunfador de las PASO por varios millones de votos. Lo más importante, por supuesto, es que lo que yo personalmente pienso no tuvo influencia alguna en esta nota. Santiago puede pensar y escribir lo que mejor le parezca, confiamos en él, como el excelente profesional que es. Y a fin de mes, esté a favor de éste o cualquier otro tema, siempre va a tener su sueldo "para comer".

Estamos en una situación difícil del país, es momento de calmar los ánimos y las palabras. Acabamos de cumplir un mes en el diario. Memo esta lleno de columnas de opinión donde decenas de mendocinos ya han escrito de diversos temas con total libertad. 

Hubiera sido valorable, en un país republicano, que este señor nos hubiera enviado su opinión sobre Alberto Fernández antes de descalificar tan torpemente la labor de trabajadores periodísticos. El camino de insultar, descalificar y agredir parece de otras épocas, a las cuales el mismo Alberto Fernández ha dicho que no quiere regresar.

Así sea.