Argentina y la metáfora del consorcio
Una pequeña historia para intentar aproximarse a la complejidad de una Argentina que, según un expresidente, "está condenada al éxito".
¿Por qué la movilidad social ascendente en Argentina es una excepción? ¿Cuál es el factor que repele las inversiones en un país tan rico? ¿Qué genera el rechazo hacia las personas exitosas? No hay una respuesta única y quizás algunos tachen preguntas. Ante la complejísima situación, tal vez sirva un ejemplo a escala: desde lo micro intentar explicar lo macro, o aproximarse. Surge así la metáfora del consorcio.
Un edificio nuevo, con 20 departamentos iguales, donde todos pagan la misma cantidad de expensas. Transcurridos seis meses, un propietario deja de pagar. ¿Qué decide la administración? Crear un aporte solidario a los 19 dueños restantes para afrontar el faltante. Es temporal, hasta que el deudor regularice la situación. Todos conformes. Se mantienen los servicios y el jardín del frente luce impecable.
Pasan seis meses más y el deudor nunca cancela. El consorcio mantiene el pago extraordinario para el resto. ¿Qué ocurre? Cuatro propietarios más dejan de pagar; nadie echa a nadie del edificio, como está previsto en el contrato inicial. A los 15 que siguen cumpliendo con las expensas les vuelven a subir el pago mensual. El jardín sigue impecable, pero un ascensor ya no funciona.
En dos años, sólo quedan escaleras como medio de elevación y un viejo CPU solitario en la sala del guardia de seguridad que inició juicio al consorcio. El jardín, amarillo, y de los últimos cinco propietarios que cumplieron con sus obligaciones mes a mes, con sucesivos incrementos, sólo quedan recuerdos: vendieron sus departamentos en una quinta parte de la inversión inicial, en busca de un esquema más serio y previsible.
¿Queda alguien para recapacitar qué pudo manejarse de manera diferente para que este conjunto de hogares no se volviera un edificio en ruinas, entregado a las alimañas? ¿Se puede aspirar al desarrollo de una sociedad, ya sea en un pequeño consorcio o un país, cuando el sistema equipara hacia abajo? ¿Está "condenado al éxito" un país donde el sacrificio al exitoso deja de ser excepcional para transformarse en regla?